En este maravilloso camino de auto-conocimiento y acompañamiento emocional, fue Mariela la primera persona que apareció en mi vida para guiarme al encuentro conmigo mismo. En un momento de total desconexión de mi ser, esta gran terapeuta supo cómo acompañarme de manera paciente, firme y con dulzura. Los encuentros durante aquellos dos años fueron las semillas de una vida consciente, que ya ha brotado y sigue creciendo en mi corazón.

“Me llamo Carmen. Conozco a Mariela desde hace algunos años. A decir verdad, es mi cuerpo el que la conoce mucho mejor. Y ambos le agradecemos todo el trabajo realizado. Para mi es difícil describir el trabajo que realiza Mariela. Sin embargo sí puedo sentir sus efectos; todo lo que me ha nutrido y me ha enseñado. Ahora puedo contactar con mi cuerpo, lo escucho y puedo sentir sus necesidades, gracias por todo y gracias por este maravilloso regalo que nos has dejado. Primeramente he practicado un poco de forma independiente cada una de las partes y después cuando las tenía más integradas las he realizado en el mismo orden; la experiencia ha sido muy positiva. Me he conectado con el cuerpo de forma rápida al estar pendiente de la respiración, me ha sido más fácil parar la mente. Pienso que es un ejercicio muy sencillo y poderoso, el quinto día que lo practiqué, con la finalidad de cambiar una energía un poco negativa, fue bastante sorprendente. Pues esa negatividad fue desapareciendo. Muchas gracias Mariela por tu generosidad.”

“Me costó empezar a realizar los ejercicios respiratorios, pensaba que se requería una técnica muy concreta. Pero una vez en el proceso, me di cuenta de lo simple y sencillo. Pues se da sin esfuerzo, es natural como la Vida. Entendí que respirar es Vida, pero siempre lo hacemos de forma inconsciente, esa es la diferencia. Los ejercicios de respiración consciente me hacen entrar en contacto con mi ser y con mi cuerpo, como un escáner de mi organismo, me relaja física y mentalmente, sobre todo me aporta Paz, porque de alguna manera me hace sentir “que todo está bien”. He observado que me ayuda a la concentración de mis actividades diarias, siento que me motiva y facilita la buena organización de las mismas. Es una buena herramienta, tanto para rutina diaria, como para recurrir a estos ejercicios más de una vez al día ya que calma la ansiedad y/o preocupación, ayuda a despejar la mente y, en definitiva, sentirnos mejor.”

“Aunque no puedes recordarlo, a ti te pasó lo mismo que a mí. Yo, en el momento exacto de nacer, aprendí con un lastimero grito que coger aire era el primer e imprescindible gesto que tenía que hacer para mi supervivencia. Desde ese momento exacto, yo cojo aire y (sobre)vivo. Tú no puedes recordarlo, pero te pasó lo mismo que a mí. Mariela me ha enseñado que hay algo más. Me ha enseñado que puedo cerrar la puerta, que puedo acomodarme en mi rincón favorito, quedarme en silencio y que, en lugar de coger aire, puedo respirar. Me ha enseñado que si hago esto el tiempo va más despacio, que en lugar de pensar, siento y que en lugar de sobrevivir puedo vivir. Y aunque las primeras veces que practiqué estos ejercicios sentía un gran pudor, ahora es mi propio cuerpo el que me los pide. Porque con este sencillo ejercicio siento que despierto mi conciencia, que puedo escuchar a mi corazón y que todo es, en realidad, mucho más sencillo. Coger aire es inevitable. Respirar es una elección que requiere voluntad y disciplina. Y amor por la vida también."

Mi nombre es ERG y conozco a Mariela desde hace unos 3 años. Ella me está acompañando en el proceso de bienestar físico y mental, es una gran profesional. Gracias a su vídeo de ejercicios respiratorios bajó mi nivel de ansiedad y estrés de forma casi inmediata y desde entonces estos ejercicios me acompañan en mi día a día. Además de la sencillez de los mismos, sus explicaciones hacen que todo sea más fácil. Estoy agradecida por todo lo que logro a través de sus consejos."

Éste, ha sido un paso más en el largo camino en el que me ha acompañado mi terapeuta Mariela. Con ella he aprendido que el cuerpo y el espíritu van siempre de la mano, hay que honrarlos y cuidarlos por igual que, el amor es el centro de la existencia que, nuestra historia respira en cada uno de nuestros poros para ayudarnos a aprender y sanar que, solo mirando “nuestra verdad” encontraremos lo que necesitamos conocer que, cuando hay que parar se para y cuando hay que caminar siempre hacia delante con la mirada al frente asumiendo y agradeciendo cada paso. A este resumen no es fácil llegar, tan solo con muchas ganas, mucha fuerza y con una persona que te sepa acompañar. Por todo lo que me has enseñado y seguirás enseñando Mariela, Gracias, Gracias, Gracias."